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jueves, 25 de septiembre de 2014

Jorge Isaías: La cachimba, "años de entrega, de amor y de comunión"

Por Sofía Aldasoro

Jorge Isaías (1946, Los quirquinchos) reside en la ciudad de Rosario desde 1964. Es, entre otras cosas, poeta. Fundó y ánimo el ambiente de su generación junto a Guillermo Colussi y Alejandro Pidello con "La Cachimba", revista de poesía que en los inicios de los años 70, publicaba y difundía a los poetas de su generación como Héctor Piccoli, Raúl García  Brarda, Malena Cirasa y otros.
Entre sus últimos libros publicados, se encuentra la edición de sus textos iniciales, Poesía reunida (1970-1976), por Ciudad Gótica, que integraron aquella mítica revista y marcaron los lineamientos de su obra poética posterior.



¿Cómo fueron tus años de formación y tus influencias? 
Mis años de formación fueron muy erráticos, intuitivos y casi diría, autodidácticos desde las lecturas en la flaca biblioteca de mi pueblo. Sólo cuando vine acá, me metí de lleno en la Literatura de mi siglo. Luego entré a la facultad que amplió mis lecturas. (Hice Letras)


¿Consideras que tu obra posee una poética propia? ¿Cómo interviene la ciudad en tu poesía?
Creo que tengo una poética propia, como todo el mundo. La ciudad aparece muy desvaída en mis textos, pero aparece. De todos modos, yo elegí vivir aquí, quiero decir que no soy rosarino por fatalidad, sino por elección.



¿Qué importancia crees que tuvo La Cachimba en los años de su publicación? 
Los años de la revista La cachimba fueron años de entrega, de amor y de comunión. La integramos con Guillermo Colussi, Alejandor Pidello y yo. Pero hubo otros amigos que luego se arrimaron: Héctor Piccoli, Raúl García  Brarda, Carlos Picciooi, Malena Cirasa, Concepción Bertone.
No habiendo un canal para la difusión de los jóvenes, nosotros lo creamos. Luego devino naturalmente en editorial. Era muy difícil con los medios técnicos de entonces. Una patriada, pero tuvimos mucho apoyo de las librerías. Vendíamos los 500 ejemplares de la revista entre la Facultad y una librería donde yo trabajaba entonces.

Hubo otras revistas del período El lagrimal con quienes teníamos grandes afinidades, tanto que nos pasábamos los textos que no entraban en una. También estaba en esa época Runa y El vidente ciego. También coeditamos algunos libros.
Nosotros no sabíamos que estábamos haciendo historia en ese momento, éramos puro entusiasmo, en un medio mucho más pequeño que el de ahora. Pero todo era más fácil en cierto sentido. También estábamos inmersos en un clima político muy intenso. Con dictaduras que se sucedían, hasta la última, que fue la más feroz. Empezamos con Onganía, seguimos con Lanusse y luego con Videla. Donde la revista dejó de salir. Pero seguimos con los libros.


¿Cómo era la difusión de la revista en ese momento? ¿Cómo se transformo en una editorial? 
La revista pese a los precarios medios de entonces circulaba bastante. La llevábamos a los "encuentros", especie de antecedente de los Festivales. Pero allí íbamos a hablar de política. No había feria de vanidades, había ganas de cambiar el mundo porque así no nos gustaba. Se transformó en editorial naturalmente.


Algunos consideran a La Cachimba y a El lagrimal trifurca como una suerte de hito de fundación de la poesía rosarina, ¿crees que de algún modo es así?
Ignoro si La Cachimba tuvo influencias, pero creo que algún joven se habrá visto acompañado por el antecedente nuestro, como nos pasaba a nosotros con las generaciones anteriores.
En la actualidad la mayoría de las revistas de poesía fueron reemplazadas, quizás, por versiones digitales o blogs afines. ¿Participas de alguno?
Mis textos aparece en las Contratapas de Rosario/12 viernes de por medio. También en Inventiva Social y en el sitio del amigo Eduardo Coiro donde me publica todas las semanas.
Hay dos sitios donde hay cosas mías: AromitoDelatalitadorada  (ambos de La Plata).


¿Tenes relación con las generaciones de poetas jóvenes?
Tengo algunos amigos jóvenes cuya persona y obra respeto mucho: Diego Colomba, Gabriela de Cicco, Marcelo Britos, Andrea Ocanpo, Irene Ocampo, Mercedes de la Cruz, Sonia Scarabelli, Beatriz Vignoli, Marcelo Cutró, Alicia Salinas, Mariana Vacs, Alejandra Méndez y el más importante Osvaldo Aguirre.
En fin, no hay peor cosas que nombrar, uno siempre se olvida de alguien. Pido perdón. También Agustín Alzari, Nicolás Manzi. De los más jovencitos, no registro sus nombres... pero Pilar Almagro Paz me gusta mucho.


Este año vas a participar en el homenaje a Juan Jose Saer, ¿consideras que tu obra tiene puntos de contacto con la de poesía de Saer? ¿En qué sentido escribís "con /en contra" de Saer?
Con los textos de Saer tuve una relación de enamoramiento desde el primer minuto que empecé a leer su primer libro, siendo yo muy joven. Su influencia me ayudó mucho, no sólo su influencia escrituraria sino la manera de plantarse ante el poder y ante la literatura. 
Claro, que hay puntos de contacto, pero me lo reservo para mi exposición.

Para ampliar sobre Jorge Isaías y la edición de Poesía reunida (1970-1976):
- "Entre los libros de la buena memoria" Beatriz Vignoli, Rosario/12.

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